El hijo de unos amigos estudia un doble grado de Política, Economía y Filosofía. A sus 21 años siente que sus compañeros de estudios, progresistas, se caracterizan por un egoísmo feroz sin voluntad para cambiar la situación. Pero opina que la generación de su hermana, de 16 años, sí que serán capaces de afrontar y resolver los problemas que han heredado de sus padres y abuelos. Lo afirma desde la idea de que los milenials sólo se han visto afectados "desde fuera" por circunstancias adversas, mientras que los actuales adolescentes ya han nacido inmersos en ellas: ya las tienen incorporadas en su esquema mental y pueden afrontarlas con eficacia y con plena determinación. No es una agresión externa que hace tambalearse a los jóvenes de más de 20 años y buscan salir del paso y volver a su estatus de comodidad egocéntrica. Los adolescentes lo viven como un conflicto sistémico que hay que responder de forma colectiva porque nos va el futuro en ello.
Uno ve muchos elementos desesperantes en esta sociedad: mayores desconfiados, adultos empeñados en acumular, jóvenes agobiados por no poderse emancipar, adolescentes alienados por el reguetón, niños enchufados a las pantallas y bebés que apenas nacen porque pocas parejas se atreven a traerles a este valle de lágrimas de inflación, guerras y mentiras. Ahorro poner el listado de amenazas climáticas, ecológicas o económicas. En mi familia extensa hay de todo como en botica, desde Ninis hasta ingenieros en Singapur y Emiratos, desde alcohólico hasta sanitarios (afortunadamente, no coinciden).
Sobre l@s adolescentes actuales, creo que la necesidad les obligará a abrir los ojos, pensar un objetivo global e ir resolviendo los problemas desde la raíz. Cuando uno siente que no tiene nada que perder es cuando es posible una revolución; mientras uno pretende proteger su comodidad hay poquito que hacer salvo maquillar el Sistema para que nada cambie en el fondo. El ejemplo más obvio es el de las "3 R" del ecologismo: nos hemos conformado con Reciclar envases, pero no Reutilizar la ropa y menos aún en REDUCIR el consumo de energía, de bienes ni de materias primas como el petróleo para plásticos. Ya tenemos esos microplásticos en la sangre, ya sufrimos el cambio climático, ya la inflación ha llevado nuestros ahorros y salarios a niveles de subsistencia endulzada con cañas. Es la hora de transformar. Un adolescente solo es un Pepito Grillo, pero su pandilla puede reforzar sus convicciones y empezar a tomar decisiones positivas que les hagan sentirse poderosos: si sus cambios al reducir el consumo les hace más libres, si sus lecturas les hacen más conscientes, si sus acciones les hacen más solidarios… es un círculo virtuoso que refuerza un tejido social y lo acerca a tantos adultos y mayores que añoran los tiempos en que los vecinos se echaban una mano y los trabajadores se atrevían a hacer huelgas en defensa de los intereses comunes. Hablo de un PACTO SOCIAL, en que los padres nos pongamos de parte de nuestros hijos en su papel de CIUDADANOS en lugar de los Pequeños Dictadores Consumistas en que se han convertido los que tienen progrenitores-helicóptero que les tienen entre algodones, incapaces de afrontar la frustración y el esfuerzo.
El ser humano aprende por imitación porque seguimos siendo mamíferos primates. Si nos ven pegados a la basura de las pantallas, quitar el móvil de los colegios es un gesto que puede hasta perjudicar a los chicos que no tienen dinero para tablets ni menos para i-pads. Si nos ven obsesionados por el dinero, el consumo y la comodidad, es difícil esperar que piensen en el bien común. Si nos ven seguir visceralmente al líder político de nuestra cuerda, su espíritu crítico no se construirá y sólo se guiarán por consignas que les ofrecen los medios de des-información.
La admiración es un motor de la voluntad: no es lo mismo querer emular al alpinista Messner que escaló el Everest sin botellas de oxígeno (acabo de ver que fue eurodiputado por los Verdes de 1999 a 2004) que al Influencer de videojuegos que reside en Andorra para no pagar impuestos. Ver semanalmente el Hombre y la Tierra de Rodríguez de la Fuente no es igual que contemplar el Gran Hermano a diario, o estar al tanto casi en tiempo real de las escabrosidades de La isla de las Tentaciones, que aún hay quien cree que son espontáneas en vez de fruto de un guión perfectamente manipulado al gusto de la plebe.
Décadas antes de Greta Thumber, en 1992, en la Cumbre de Río de Janeiro, una niña de 12 años, Severn Cullis-Suzuki hizo un discurso que nos debería avergonzar no haber atendido diligentemente en estos 32 años de carrera hacia el abismo ambiental.
En España se saben las alineaciones de fútbol (ahora, también femenino) pero no somos capaces de citar ni siquiera nuestros exiguos 7 premios Nobel, de los cuales, 5 de Literatura, será porque vivimos del cuento. Se conocen las miserias de famosos y famosillos, pero no que tenemos en espera la primera vacuna verdadera contra el COVID, mientras se forran aún más las farmaceúticas de siempre. ¿Les suena Hipra, Miñones, o los virólogos Enjuanes o Margarita del Val?
Nuestros adolescentes se creen bilingües pero no saben argumentar ni siquiera en castellano, catalán, vasco ni gallego. Se limitan a repetir los tópicos que se vierten en TikTok. Les cansan las películas de dos horas con una historia definida pero dedican días enteros a consumir series con enredos incoherentes al estilo de los folletines por entregas del siglo XIX o las radionovelas del franquismo. Eso es una parte, porque jamás se ha leído tanto, aunque sea porque es gratis descargar los libros, y nunca se ha tenido acceso a informacióin en profundidad, aunque haya que tener un criterio sólido para no ser mangoneado por los dueños de Internet.
En definitiva: ahora o nunca. Ya hemos visto demasiados negacionistas que se enriquecieron paralizando al pueblo: las tabacaleras que escondieron los informes sobre el cáncer, las petroleras contra el cambio climático, los Neoliberales ocultando la misera social que generan sus políticas. Ahora es el momento de que nuestros adolescentes, con toda nuestra ayuda, defiendan un mundo que se está convirtiendo en inhabitable para la inmensa mayoría de la Humanidad.
SENTIDO COMÚN
No hay comentarios:
Publicar un comentario