Hace unos 2.300 años, los filósofos griegos discutían sobre la constitución de la materia. Demócrito, siguiendo las teorías de su maestro Leucipo, dijo que TODO estaba formado por diminutos bloques indivisibles a los que llamó átomos.
Desde los albores de la humanidad, la especie humana utilizó los recursos que tuvo a mano para aprovecharse de la naturaleza. Dominó el fuego, utilizó la fuerza del viento para surcar los mares, descubrió la rueda y otros pequeños inventos que perfeccionó, poco a poco.
Sin embargo, aquellas teorías de Demócrito, basadas en razonamientos lógicos, han tardado casi 2.000 años en desentrañarse, a medida que se han desarrollado ciencias como la Química y la Física. Los átomos, catalogados por familias en una Tabla Periódica que hoy cuenta con 118 elementos. Varios modelos atómicos elaborados por físicos y químicos entre ellos, Dalton, Thomson, Rutherford, y en la actualidad, el de la mecánica cuántica. Ninguno es completamente satisfactorio por lo que la discusión científica continúa.
Obligado es resaltar el nombre de algunas mujeres pioneras en el desarrollo de la Ciencia: Marie Curie, polaca, nacionalizada francesa, premio Nobel de Física y de Química, descubrió, hacia finales del XIX la radiactividad del uranio, el polonio y el radio. Ella y su marido sufrieron enfermedades por radiación. Murió a los 66 años por anemia aplásica en 1934.
Lise Meitner, Viena, 1878, precursora de la fisión nuclear. Considerada la madre de la bomba atómica, sin embargo, rechazó participar en el proyecto Manhattan. Es una de tantas mujeres que han tenido que luchar en un mundo de hombres por desempeñar un puesto en la ciencia. No recibió por ello un digno reconocimiento, solo en 1966 el premio Enrico Fermi.
La energía eléctrica de origen atómico
Hacia mitad del pasado siglo, en plena autarquía franquista, se construyeron en España las centrales nucleares, que utilizan el uranio como combustible. Diseñadas para una vida útil de entre 20 y 40 años, en algunas se ha prorrogado su vida útil. Franco proyectó construir 27 centrales nucleares. Se autorizaron 15, de las que se construyeron finalmente 10. Las centrales ya cerradas son: Zorita, en Guadalajara. Santa María de Garoña, en Burgos. Vandellós I, en Tarragona, tras accidente grave.
Quedan 5 encendidas, dos de ellas tienen dos unidades.
Todas ellas están al límite de su vida útil, algunas prorrogadas.
Almaraz I y II, previsto su cierre a partir del 2027 y 2028 respectivamente. Ascó I y II, cuyo fin de vida útil está en 2030 y 2032. Cofrentes, 2030. Trillo y Vandellos II terminan en 2035.
El ambicioso plan nuclear del “Alzamiento Nacional” terminó descarrilando. En los 80 hubo que rescatar las eléctricas que no podían pagar las hipotecas contraídas con la tecnología americana. Durante 20 años los consumidores repusimos a través del recibo de la luz 5.717 millones de euros. Felipe González decretó la moratoria nuclear por razones económicas de las empresas gestoras, paralizó la construcción de 5 reactores pendientes. Liberó a las eléctricas implicadas de las deudas contraídas por estos proyectos con un monto de 4.260 millones de €.
En 1972 se construyó la fábrica de combustibles de Juzbado, Salamanca, que entró en funcionamiento en 1985. Abastece el combustible para las centrales españolas, varias europeas y dada la situación de la guerra de Rusia en Ucrania, y la incierta tendencia del programa de desmantelamiento de las que siguen activas en España, ENUSA está preparándose para surtir de combustible a nucleares de la órbita soviética, a países como Finlandia o Suecia.
Produce anualmente unas 1.620 toneladas de combustible. Durante décadas el uranio, en su mayoría se extraía de la mina a cielo abierto de Sahelices el Chico, en la zona de Ciudad Rodrigo. Se enriquecía en Francia.
Cerrada esta mina en el año 2000, se importa el uranio de Niger, Canadá, o de Rusia. En Retortillo, Salamanca, hay una mina, a cielo abierto, preparada para empezar a extraer mineral, cuya explotación no fue autorizada. Berkeley, la empresa minera está luchando en los tribunales para abrirla. También se especula con en cambio político de gobierno. Las reservas de mineral en España se estiman en 20 años. Las reservas mundiales se calculan para 90 años.
En un principio, el proyecto nuclear del Régimen fue muy ambicioso. España, la dictadura, tuvo aspiraciones de ser potencia nuclear, como lo acreditan papeles de la CIA desclasificados en 1975.
Esta energía ha sido muy polémica desde un principio. Europa está muy dividida.
Unos países la están explotando, otros no, otros han cerrado sus centrales.
En España la energía nuclear, así como en toda Europa representa alrededor del 20%. En Francia, con 50 centrales el porcentaje es mucho más alto.
Señalar que con motivo del nombramiento de Teresa Ribera como comisaria europea se publicó un bulo que atribuía a la exministra de transición ecológica que había dejado firmado el cierre de la Central de Almaraz, en Cáceres. La presidenta Guardiola declaró al respecto que no aceptarían el sectarismo medioambiental.
Posteriormente se sigue “calentando” la protesta, creando plataformas ciudadanas y manifestaciones, a favor de prorrogar su vida activa.
Residuos nucleares
Los Residuos Radiactivos olvidados de la Fosa Atlántica
"Silencio en torno a lo que esconde el fondo de la parte nororiental del océano Atlántico". A 400 kilómetros de la costa gallega y a 200 km de la de Asturias se arrojaron dentro de bidones metálicos toneladas de residuos radiactivos solidificados con hormigón o betún. Esta basura nuclear que fue lanzada al mar de manera periódica, entre 1949 y 1982, por Bélgica, Francia, Reino Unido, Alemania, Italia, Holanda, Suiza y Suecia. Y, en muchos casos, está olvidada a más de 4.000 metros de profundidad mientras que está sometida a la presión y a la corrosión del mar.
En un proceso oculto y lento, con el trascurso de los años las aguas quedaron afectadas por los vertidos nucleares. Desde 1977 y durante las décadas de los años 80 y 90 se llevaron a cabo inspecciones periódicas para medir los niveles de radiactividad de esta parte del océano. Sin embargo, al no haberse realizado ningún tipo de control reciente, se desconocen los niveles actuales de contaminación nuclear de estas aguas. Si los vertidos siguen alterando la biodiversidad del ecosistema marino, si puede afectar o no al ser humano. Tampoco se sabe nada sobre las circunstancias del origen del problema: No se conoce el estado actual de los bidones que contienen la basura radiactiva.
El diseño de los paquetes para los desechos vertidos no tenían por objeto garantizar el aislamiento de los radionucleidos (o elementos radiactivos) dentro de los bidones, sino más bien asegurar que se transportaran intactos al fondo marino; posteriormente se esperaba que ocurriera un proceso de dispersión lenta en el agua circundante», explica en uno de sus informes la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA), conexa a Naciones Unidas".
Los accidentes que han tenido lugar, en sus ochenta años de uso pacífico, han obligado a tomar medidas para gestionar y controlar el destino, casi eterno, de algunos de los residuos que produce su uso.
Me refiero a los cementerios nucleares.
La idea consiste en construir una barrera segura para aislar estos desechos peligrosos de la naturaleza, ya sea el medio aéreo, acuático o terrestre.
Cementerio, del griego, etimológicamente dormitorio, lugar para dormir, sería un lugar o almacén de hasta 600 m de profundidad donde poder meter los citados residuos. Se ha buscado en formaciones salinas, arcillosas o graníticas. Los estudios están hechos. La decisión es muy difícil por el rechazo social que provoca. Tiene nombre, común: AGP, almacenamiento geológico profundo. Hay ya varios construidos en todo el mundo.
Todos los temas relacionados con la energía atómica son discretos en el mejor de los casos y secretos, si no hay necesidad de darlos a conocer.
Un primer intento de utilizar un almacén para enterrar los residuos tuvo lugar en 1987. Se "vistió" como laboratorio para estudiar el comportamiento de las radiaciones en el granito. Se le llamó proyecto IPES. Para ello se iban a utilizar las simas graníticas abiertas para la ampliación de dos turbinas en la central hidroeléctrica de Aldeadavila de la Ribera, Salamanca.
No coló. Se llamó desde el primer momento por su nombre, cementerio nuclear. Gobernaba Felipe González y fue el vicepresidente A. Guerra quien salió por TVE a predicar las “bondades” del invento. La manifestación popular del 24 de abril, festiva, pues era domingo, fue tan numerosa, seguida por algún otro acto de presión como el secuestro de un político salmantino en el Ayuntamiento del Aldeadávila, liberado por los GEO. El gobierno tuvo que recular y anular el proyecto.
ENRESA la empresa nacional de RR (residuos radiactivos) fue creada en 1984. Además de los residuos ha gestionado unos fondos que pagamos en la factura todos los consumidores de electricidad. Se ha encargado de publicar y ejecutar sucesivos planes generales de residuos radiactivos. El VII plan de residuos radiactivos, actual, fue publicado en diciembre de 2023.
Enresa pagó unos estudios para encontrar un lugar idóneo a almacén de residuos.
Vinieron unos técnicos (eran rusos, de la empresa Adaro) y llenaron el terreno de la comarca, clavando unas estacas pintadas de rosa fosforito. Como un pastor le preguntara qué hacían, le contestaron que buscaban agua. El pastor les señaló el embalse que se divisaba desde aquel cerro… Supimos que medían la gravedad terrestre, con cuyos datos se pueden elaborar mapas gravimétricos que señalan líneas y por tanto fallas. Nunca hemos visto publicado su trabajo. Los estudios para el AGP están terminados.
Para un AGP se necesita una roca lo suficientemente extensa y sin fallas.
La contestación social obligó a los gobiernos a retrasar aquel proyecto inicial y tomar nuevas medidas, acordaron almacenamientos temporales.
Uno de estos almacenamientos fue el ATC (almacenamiento temporal centralizado de Villacañas)
Lo que al principio parecía un éxito político para aquel pueblo de la Mancha, por el dinero que iban a cobrar, volvió a resultar un fracaso, por lo que hubo que cambiar de idea una vez más.
Actualmente y hasta que se señale un lugar definitivo, ya decidido pero secreto por la alarma social que concita, para el almacenamiento subterráneo definitivo, se almacenará el combustible gastado en las propias centrales, ATI. Protegido por depósitos de acero inoxidable.
En el VII plan de residuos radiactivos ya hay un calendario y está adjudicada la construcción del cementerio para que se pueda utilizar a partir de 2073, a una empresa finlandesa por 4.110 millones de euros.
Últimas consideraciones a modo de epílogo
La energía nuclear surge con un trágico suceso que horrorizó a la humanidad: la explosión de las dos primeras bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki en 1945. Los sátrapas de la tierra vieron en el infernal invento una oportunidad para dominar el mundo. Han terminado creando un club selecto de países que disponen de la fatídica bomba.
En la cara positiva, paralelamente, son muchas las aplicaciones de las propiedades de algunos elementos radiactivos para ser utilizados en la salud, pruebas diagnósticas y curaciones de enfermedades como el cáncer.
El uso pacífico de esta industria crea polémica. Por lo general del lado de los intereses económicos están los defensores de su uso, los pro-nucleares. No produce en su generación gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento global y del cambio climático, eso es cierto. Se propalan varias falacias sobre las bondades de esta modalidad de energía: que la energía nuclear es verde. Que es limpia. Que es sostenible. Que es renovable y que va a salvar el mundo.
En el lado opuesto, los antinucleares, consideran contrario a la ética hipotecar el futuro para las generaciones que han de venir, contaminando cada vez más los medios biológicos. Los fallos y accidentes, en algún caso, nos afectan a todos. La industria nuclear produce unos residuos peligrosos, de efectos muy duraderos, incluso casi eternos. Despiden calor en su constante desintegración, penetran casi todos los cuerpos y corroen las barreras con las que se intenta mantenerlos aislados.
La energía nuclear no es ni verde, ni renovable, ni sostenible, ni limpia. Tampoco es barata, se enriquecen unos pocos y la pagamos muchos.
Proust