lunes, 19 de junio de 2023

Reivindicación de la alegría en cada tarea

Introducción: compartí la entrada anterior con un buen amigo, y su respuesta creo que la enriquece. A pesar de currar de sol a sol y de lunes a sábado por la tarde, él saca la parte positiva y se siente feliz.

"Un toque de atención siempre viene bien.

Hace unos días escuché a un locutor de radio cerrar su programa con la siguiente despedida:

"Vivan, es más tarde de lo que creen".

Fue como una bofetada, que me espabiló. Por suerte me ocurre con frecuencia. Como al leer tu artículo.

Le di unas vueltas. Me dije:

Con el ritmo de vida que tenemos, las tareas del día a día nos absorben y …

Luego pensé: Demonios, eso también es vivir, si uno lo hace con pasión.

¿Por qué levantarse pronto por la mañana y preparar el desayuno y la comida para la familia no va a ser disfrutar de la vida?

Trabajar ocho horas en una tienda, en la que tengo la suerte de ver el sol, la lluvia, gente pasar por delante del escaparate e incluso tener la suerte de que alguno entre y poder hablar con él e incluso ayudarle.

Llegar a tiempo a casa para ver a mis hijos antes de que se acuesten y poder darles un beso y un abrazo.

Yo, que he pasado por situaciones muy diferentes, que trabajé durante años en una tienda gigantesca en la que, como en los casinos de Las Vegas, no había ventanas al exterior, por lo que el paso del tiempo lo marcaba el reloj de pulsera, o que trabajé de camarero y que salía de trabajar a las 12 de la noche, cuando salía pronto, he aprendido a disfrutar de esas pequeñas cosas.

No sé en qué momento aprendí la lección que ha hecho de mí un hombre feliz. Es lección es que debo esperar de cada uno (y cada situación) lo que me puede aportar. Ni más ni tampoco menos.

Comparado con otra mucha gente dispongo de muy poco tiempo libre. Pero la verdad es que no hace falta tanto. Lo importante es ser feliz el mayor tiempo posible. Y para mí la felicidad no es hacer lo que me apetezca en cada momento. Sino disfrutar lo que tengo que hacer.

Hace décadas (allá por los años 80) vi una película en la que hablando del amor una mujer decía a otra:

"Los hombres disfrutan con el amor que reciben y las mujeres con el amor que damos".

Dado que la película (Amistades peligrosas) estaba ambientada en la Francia del siglo XVIII, ahora podríamos cambiar la frase a: Hay dos tipos de personas en el mundo: los que disfrutan recibiendo y los que disfrutamos dando.

Esa es mi bendición. Tengo gente extraordinaria a mi alrededor, cuya simple existencia en el mundo hace de éste un lugar agradable.

Trabajar y correr todo el santo día de un lado para otro, en mi caso (aunque hay días más largos que otros) no me supone una desventaja. Sé que el tiempo pasa y que, como bien dices en tu artículo, con la señora de la guadaña no se puede negociar. Pero es lo que hay.

Shakespeare dijo en boca de Julieta a Romeo:

"Mi devolución hacia ti no tiene límites, pues cuánto más te doy, más tengo".

Así que el esfuerzo y las carreras del día a día aunque a veces cansan, en realidad son una bendición.

Al final la vida es una sucesión de momentos.

Lennon dijo en su canción Beautiful boy:

"La vida es lo que le ocurre a uno, mientras estamos ocupados haciendo otros planes".

Y si uno aprende a vivir esos momentos, da igual que queden menos por vivir.

Espero con mucha ilusión poder sentarme un rato contigo, con un café o una copa y poder charlar un rato.

Desde luego, la vida es maravillosa.

Un abrazo"


KAMRAM

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